Entrevistacon Luis Jar, en 'La Voz de Cádiz'
AMOCO CÁDIZ
Luis Jar: «El desastre del Amoco Cádiz supuso
un antes y un después»
El capitán de Fragata revela algunos avances
técnicos que surgieron tras esta catástrofe y la sensibilización medioambiental
de toda Europa
Luis Jar Torre, capitán de la marina
mercante, relata la historia del Amoco Cádiz. LA VOZ
JOSÉ MARÍA AGUILERA
16/03/2018
Actualizado a las 19:11h.
Nadie ha relatado mejor la historia del
Amoco Cádiz que Luis Jar Torre , capitán de la marina
mercante y autor de numerosos trabajos relacionados especialmente con
accidentes marítimos. En su artículo ‘Misión imposible’ desgrana los
pormenores de aquel naufragio, digiriendo los necesarios detalles técnicos
merced a su experiencia y su preparación académica.
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naufragio del Amoco Cádiz: 40 años de la mayor tragedia ecológica
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Este oficial de la Armada, que conoce bien la
tierra gaditana ya que estuvo destinado varios años, desvela los detalles más
interesantes de aquella tragedia que ahora cumple 40 años, y que supuso « el
mayor vertido producido por un buque» en
toda la historia europea.
Luis Jar recuerda con nitidez esas horas que
arrancaban con la primera luz del día y la entrada del titán petrolero en el
Canal de la Mancha con viento fuerza 7 y mar muy gruesa. Todo empezaba con un
golpe de mar, con una ola que rompía en la cubierta y originaba una cascada de
acontecimientos desafortunados. « La hipótesis
más plausible es que otra ola golpeó la pala del timón, que se mueve con
un par de arietes hidráulicos, y al meter la contrapresión a la línea
hidráulica se fractura. Es como cuando el coche pierde el líquido de
frenos porque se rompe un latiguillo y por más que pises el pedal no
funcionan. Así que este ‘vehículo’ se quedaba sin volante; esta puede ser la
metáfora que mejor se puede entender».
Posible mal diseño del equipo de gobierno de estos petroleros
En su momento se discutió el posible mal
diseño del equipo de gobierno de este tipo de petroleros (VLCC), y éste en
concreto no aguantó las condiciones meteorológicas. Eran construcciones menos
exigentes que las actuales y con una vida probable que no superaba los 15
años. Un primer fallo técnico que se agravaba con las presiones a las que
estaba sometido el relativamente joven capitán Pasquale Bardari.
La costa de la bretaña francesa, llena de
crudo tras el naufragio del Amoco Cádiz. AFP
« La ley del
mar dicta que si un remolcador efectúa el salvamento de un buque en apuros
puede reclamar una recompensa en función del valor de su barco y su cargamento». En este caso 223.000 toneladas de petróleo. Oro negro.
Difícil de justificar ante armadores y fletadores. «Salvo
si se firma un contrato de remolque en lugar de salvamento, en el que se llegue
a un acuerdo previo. Otra posibilidad es firmar un 'Lloyd's Open Form' en el
que se deja la discusión para un posterior arbitraje, y esta era la fórmula en
la que estaba interesado el capitán del remolcador». Y en estas negociaciones, pese a la rapidez con la que
llegó el remolcador, hubo quien pensó que se perdió un tiempo
precioso mientras la nave se dirigía peligrosamente a las rocas”.
La operación de remolque resultó ser un
fracaso por la enorme complejidad de improvisar el remolque de un gigante
de 334 metros de eslora y 230.000 toneladas de peso muerto con un único
remolcador y relativamente poco potente. El Amoco Cádiz terminó arrojado contra
la costa francesa, se rompió por la mitad y arrojó 223.000 toneladas de crudo,
todo el cargamento. «Más de dos Prestige» , compara Jar con la tragedia ecológica de Galicia
(2002) «Aunque de un producto más ligero y
algo más fácil de eliminar».
«Arruinó la pesca y el turismo»
«El impacto fue
desolador para la Bretaña francesa. Arruinó la pesca y el turismo. El
equivalente español sería un tramo Cartagena-Valencia donde, además de la
infraestructura turística actual, se ubicara la zona marisquera gallega».
El desastre del Amoco Cádiz ¿sirvió de
algo? «Sí, sin duda. Fue un antes y un después. Creo
un precedente de enorme interés en Derecho Marítimo. Se produjeron denuncias
cruzadas: el gobierno francés, los pescadores y las comunidades costeras
demandaron al astillero (mal diseño) y a Amoco (mala actuación). A su vez,
Amoco demandó al astillero (idem), al armador del ‘Pacific’ y al gobierno
francés (no impedir el accidente y daños extra por limpieza chapucera).
Finalmente, en 1988, tras una enorme instrucción y demandas de hasta 769
millones de dólares, el juez concedió 32 por buque y carga y 85 por daños,
condenando conjuntamente a Amoco y al astillero».
A su vez «generó
en Francia una sensibilización medioambiental para evitar estas mareas negras». En cuanto al diseño de los petroleros, ahora
están obligados a disponer de unos firmes para que un remolcador de
salvamento pueda arrastrarlos en caso necesario con más facilidad. El
propio Prestige tenía unos dispositivos de este tipo fruto de esta experiencia».
El navío, roto en dos, «se
deshacía en pocos meses a causa de los temporales» y «la naturaleza, con la
ayuda del hombre, lo arreglaba algunos años después.. El crudo es un producto
natural, no un veneno artificial, aunque se degrada muy lentamente» . Y el mundo aprendía la lección. Un mensaje en
negro.
Luis Jar: «El desastre del Amoco Cádiz supuso un antes y un
después»


